sábado, 14 de julio de 2007

El gran apagón de 1977


Tal día como ayer, 13 de julio, de hace 30 años, Nueva York sufrió el mayor apagón de su historia, mayor aún que el de 2003 y el que está más presente en la memoria colectiva de los neoyorquinos.

Quien esto escribe, tenía entonces 8 años y vivía en la sección de Washington Heights, en el norte de Manhattan. Mis recuerdos de 1977 son: un verano tórrido, el Hijo de Sam (también llamado el Calibre 44, que tenía a todas las mujeres de la ciudad, mi madre incluída, aterrorizadas), una gran liga ganada por los Yankees (pese a que soy de los Mets), la portada del New York Daily News con el presidente Ford diciendo "púdrete" ("Drop Dead", de 1975, pero da una idea de lo mal que estaba la ciudad) y... el gran apagón.

Cuando tienes 8 años, no razonas mucho. Hacía mucho calor esa noche y la sensación de bochorno era insoportable. En un momento dado, mi padre o mi madre, no recuerdo quién de ellos, comentó de poner el ventilador en marcha. Allá voy yo a conectar el aparato y... ¡se fue la luz! Y casi al unísono, veo desde la ventana cómo se apagaban las luces de mi calle, de los "Cloisters", del puente George Washington, los Palisades... ¡y el caos!

Me eché a llorar; en mi inocencia ¡pensaba que yo había causado semejante desastre! Mientras me consolaban, oíamos disparos en la calle, gritos, cristales rotos...

Al día siguiente, salimos a dar una vuelta por St. Nicholas Avenue. El panorama era desolador, papeles tirados por todas partes, escaparates rotos, cristales hechos añicos por toda la calle. ¡Tremendo!

Hoy me río mucho de la anécdota del ventilador y sobre lo mucho que ha cambiado (y casi siempre, para bien) la ciudad de Nueva York. Incluso Washington Heights cambió para mejor.

En 2003 se repitió un gran apagón el noreste de los Estados Unidos (desde Pennsylvania hasta Nueva Inglaterra, pasando por NY); las imágenes dieron la vuelta al mundo, pero, salvo contadas excepciones, la gente se comportó con gran civismo y dio un gran ejemplo de la gran ciudad que es Nueva York. En esta ocasión, la preocupación era otra (terrorismo), pero se supo mantener las formas, en las calles y avenidas, en el Metro...

Os dejo con la portada del New York Times del 14 de julio de 1977.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

LOL!!!... ¿seguro que no fuiste tú?... :)

Tomas R dijo...

Ja, ja, ja :-D