lunes, 17 de noviembre de 2008

Ya no quedan caballeros

Este es un viejo chiste, principalmente en Iberoamérica:
Iba un autobús con todos los asientos ocupados por hombres, se sube una anciana, y nadie le ofrece el asiento, y ella dice:

¡Ya no hay caballeros en estos tiempos!

Y le contesta un hombre:

Señora, sí hay caballeros, lo que no hay son asientos.

Me acordé de esto cuando una amiga embarazada, en avanzadísimo estado de gestación, se montaba todas las mañanas en la estación de Jay Street en Brooklyn de la línea F para ir hasta Bryant Park.

«Sólo me ofrecían asiento las mujeres. Pensé que con mi barrigota los hombres me darían su asiento, pero no, sólo las mujeres».

Pocos días después lo presencié con mi madre, que tiene 78 años y me vino a visitar. Generalmente el metro no es nada fácil para las personas de su edad, pero fuimos igual. Nos montábamos en los trenes llenos y efectivamente, sólo mujeres le ofrecieron su asiento. Los hombres ni se inmutaron. Insólito.

1 comentario:

Tomas R dijo...

Emilio, lamento decirte que esto siempre fue así en Nueva York (aunque como bien dices las mujeres son más receptivas a ceder el asiento; en este grupo también incluiría a los latinos). Pregúntaselo a mi madre, sin ir más lejos. Lo triste es que se está perdiendo esta sana costumbre en el resto del mundo, España incluída...

¡Un abrazo!